Este sábado la agrupación peronista Espacio Capital realizó una charla de la que participaron dos víctimas de la última dictadura militar.
Con la presencia del exdiputado Hemers Accattoli y Nelson Nicoletti “recordamos con el corazón lleno de compromiso y lealtad a todas las víctimas del terrorismo de Estado en Argentina”, señalaron desde la agrupación que tiene como máximo referente al Secretario de Trabajo, Marcelo Pedehontáa.
“¡No olvidamos, nunca más! 30.000 compañeros desaparecidos presentes, ahora y SIEMPRE” resaltaron.
Desde Espacio Capital “convocamos a todos y todas los y las santaroseños a regenerar esta conciencia nacional a la que estamos participando y podremos reponer los verdaderos valores, que nos hacen de la Argentina un país más justo, libre, soberano y solidario bajo el amor como enseño Perón y Evita”.
En el juicio a los represores pampeanos se le que Hermes Carlos Accattoli fue Diputado provincial por el Partido Justicialista en el año 1975. Declaró haber sido detenido el 24/3/76 en horas de la madrugada, en la vía pública de la localidad de General Pico de esta Provincia. La policíalo detuvo y luego lo trasladó, junto con Gil y Covella, hasta esta ciudad, donde permanecieron unos minutos frente a la Jefatura y luego fueron llevados a la U.4.
El 6 de abril del mismo año, junto con Roberto Oscar Gil fueron retirados de la Colonia Penal, encapuchados, y trasladados en la caja de un vehículo. Por lo constante de la marcha y otros detalles del terreno, supuso que estaban viajando sobre la Ruta nº5. Cruzaron dos pasos a nivel y llegaron a un lugar que describió a partir de los sonidos y ruidos percibidos: una radio policial, un molino de viento, chicos jugando y ruido de vajilla. Del calabozo donde ingresó en primer lugar lo llevaron a otro ambiente con piso de madera. Dijo que sin mediar explicaciones, vino la primer tanda de golpes, con una cachiporra, algunos puñetazos en el estómago y “un alocado interrogatorio múltiple”.
Uno de los que se arrimaba –siempre y después de lo cual, venía el golpe- tenía un fuerte olor a alcohol. En una de las ocasiones cayó en un sillón y entonces sintió corriente eléctrica pasando por las esposas. Afirmó que “juguetearon con la picana en mis glúteos y testículos”, mientras permanecía de pie. Lo interrogaron sobre el aumento en la dieta de los diputados, “¿dónde estaban las armas?”, la Universidad Tecnológica de General Pico y los acontecimientos de Ezeiza.
Continuó su relato manifestando que en un determinado momento, se hizo presente una persona con un timbre de voz particular, que le dijo que venían de lejos, que no eran pampeanos, que fuera a meditar a su celda y luego viniera con las respuestas. Cuando salía lo hicieron ingresar a Gil, oyendo al cabo de unos momentos, gritos desgarradores de su compañero, quien más tarde -ya de regreso en la Colonia Penal- le dijo que lo habían puesto en la “parrilla” y le mostró el abdomen golpeado y morado. Notó que rengueaba. Gil describió la “parrilla” como un elástico de cama, en que lo colocaron con el cuerpo mojado, aplicándole corriente eléctrica.
Agregó que unos días más tarde le informaron que iba a salir. En la ocasión concurrió a entrevistarlo una persona morocha, con peinado estilo “gardeliano”, cuya voz reconoció como la que escuchara durante los interrogatorios. Luego un policía de apellido Gualpas lo trasladó a una dependencia sita en la esquina de Raúl B.Díaz y Río Negro, de esta ciudad. Allí encapuchado, recibió tres trompadas en el estómago, y la persona que lo golpeó le dijo que hablara, que todos lo estaban haciendo.
Dijo que en otra ocasión concurrió un oficial de la policía, que se identificó como Cenizo, y lo interrogó sobre ciertas versiones que decian que había sido torturado. El dicente reconoció el calzado que llevaba esta persona, unos zapatos color borrabino, que alcanzó a notar a través de las fisuras de la venda mientras era interrogado. Luego fue trasladado a Rawson donde recuperó su libertad el 16/6/76.
Añadió que en la Colonia Penal, hablando con otros detenidos, pudo establecer que la persona de la voz particular era Fiorucci. También, que el lugar del primer interrogatorio fue la comisaría de Catriló, localidad de esta Provincia.
Eduardo Nelson Nicoletti fue detenido el 23/3/76 en el diario “La Capital”, de esta ciudad (Santa Rosa), del cual era presidente; además de desempeñarse como Secretario General del Sindicato de Prensa de La Pampa desde el año 75. La detención se llevó a cabo por una comisión policial, que lo trasladó a la Colonia Penal U.4, con algunos funcionarios de Covella. Que estuvo incomunicado durante dos meses.
En dos ocasiones fue trasladado, la primera a la Seccional 1º donde estuvo varias horas contra una pared y en la segunda, a un sitio de la calle Raúl B.Díaz de esta ciudad, donde fue interrogado y golpeado. Salió vendado de la U.4 en ambas ocasiones, por lo que no pudo reconocer a sus interrogadores.
En la comisaría escuchó gritos de dolor y ruidos de golpes. En la U.4 vio a Gil, a Covella y a Maldonado. Al primero con el cuerpo “muy estropeado” y al segundo “muy golpeado”. Le refirieron haber sido maltratados en la comisaría, con golpes y picana eléctrica, esta última aplicada en los testículos. Se le exhibió una toma fotográfica del vehículo cuya fotografía obra en el legajo 635, y reconoció el rodado como aquel en que fuera trasladado. Añadió que luego fue trasladado a la cárcel de Rawson, desde la que recuperó la libertad el 16/11/76.
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