La Corte rechazó la licencia de Ariel Lijo
- Juanjo Beascochea
- 6 mar
- 2 Min. de lectura

La Corte Suprema rechazó hoy la licencia extraordinaria que pidió el juez federal Ariel Lijo en el juzgado federal número 4 para asumir en el máximo tribunal. Tomaron esta decisión los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Manuel García-Mansilla, quien fue designado por decreto junto a Lijo y juró como miembro de la Corte la semana pasada.
A favor de concederle la licencia estaba el otro juez de la Corte, Ricardo Lorenzetti, que fue uno de los impulsores de la designación de Lijo en el máximo tribunal. Pero en la resolución redactada esta mañana, no aparece la firma de Lorenzetti, ni acompañando la decisión mayoritaria ni con un voto en disidencia. Eso podría cambiar en las próximas horas, dijeron fuentes cercanas a este cortesano.
Ahora, Lijo esperará en su juzgado de los tribunales de Comodoro Py la definición del Senado, que podría darle su acuerdo para que asumiera como juez definitivo. No va a renunciar a su cargo de juez federal, confirmó a LA NACION una fuente cercana a él. Si lo hiciera, correría el riesgo de quedarse, al final del camino, sin ninguno de los dos cargos, ni el de juez federal ni el de ministro de la Corte, que mientras no obtenga el acuerdo del Senado sería un cargo transitorio.
Lijo fue nombrado “en comisión” por el presidente Javier Milei el 26 de febrero pasado. Presentó su pedido de licencia ante la Cámara Federal porteña, que hizo lugar a su solicitud y elevó el trámite a la Corte Suprema, que es, en rigor, quien define la concesión de las licencias que se extienden por más de seis meses.
La designación de ambos, a pocos días de que se inauguren las sesiones ordinaras y traccionada por una controversial interpretación del inciso 19 del artículo 99 de la Constitución –que avala al presidente a llenar las “vacantes de los empleos” mientras el Senado se encuentre en receso– quedó envuelta en la polémica.
“Qué revuelo”, soltó al pasar una trabajadora judicial frente a los cuatro efectivos que custodiaban una de las esquinas del cuarto piso del Palacio de Tribunales -el piso reservado a la Corte-, mientras García-Mansilla se dirigía a paso firme hacia la Sala de Acuerdos, minutos antes de las 10.
La reunión empezó puntual a las 10 y duró poco más de 15 minutos. En esos minutos, además de rechazar la solicitud de Lijo, los cuatro cortesanos se abocaron a otros temas y firmaron sentencias.
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