El intendente de Macachín, Jorge Cabak, el propietario del cabaret “La Chicho Show”, Luis Daniel de Luca, su hijo Maximiliano De Luca, el exconcejal de la localidad, Esmundo “Dito” Blas, el transportista, Leandro Otero, y el remisero Oscar Moya, habían sido absueltos porque se perdieron los cassettes con las escuhas que probaban el delito de trata de personas.
Tras la apelación de la fiscalía, Casación ordenó un nuevo juicio, los acusados fueron a la Corte, pero el máximo tribunal desestimó el pedido y deberán ser juzgados de nuevo.
El fiscal Gomez Barbella, durante el juicio que terminó con absolución por la falta de la prueba material que verificaba la explotación sexual, había pedido 7 años de prisión para Jorge Cabak, Esmundo Blas, Daniel De Luca; y 5 años para Maximiliano De Luca, Oscar Moya y Leandro Otero.
Pero, sin los 36 cassettes, los jueces Pablo Díaz Lacava, Marcos Aguerrido y José Mario Triputti anularon la causa y los sobreseyeron.
“Ahora tengo que pedir la decsignación de lso nuevos jueces, porque primero el Tribunal Federal absolvió, la fiscalía fue a Casación, que ordenó un nuevo juicio, los acusados fueron a la Corte Suprema, que les rechazó el recurso y ahora se tiene que hacer un nuevo juicio”, señaló el Secretario de Cámara del Tribunal Oral Federal de Santa Rosa, Ignacio Rodríguez Berdier.
“Tengo que pedir a la Cámara Federal que nombre a tres nuevos jueces, porque los del TOF ya fallaron y no pueden volver a juzgarlos”, añadió al periodista Daniel Lucchelli.
El juicio por trata de personas con fines sexuales comenzó el 21 de febrero de 2011 con una denuncia ante la Brigada de Investigaciones Unidad Regional 1, donde una policía informó sobre una mujer oriunda de la República Dominicana que trabajaba en un local de la localidad bonaerense de Saliqueló, vinculado con en el cabaret “La Chiho Show” de Macachín y con otro local ubicado en Buenos Aires.
Según el informe, las mujeres rotaban entre los boliches, donde también había menores de edad que y que eran prostituidas en una casa particular porque no podían llevarlas al cabaret de Macachín.
Las investigaciones judiciales, los allanamientos y las escuchas, dieron por probadas las sospechas, pero al perderse la prueba fundamental, el TOF anuló el juicio y sobreseyó a los acusados.
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